Todas las etapas de nuestra vida son hermosas y ni mucho menos tenemos que venirnos abajo en nuestros ánimos pensando que la tercera edad corresponde con un periodo oscuro, la vejez. Y es que, cada vez estamos más cerca de alcanzar algo parecido al elixir de la eterna juventud. Nuestra esperanza de vida se prolonga más allá de la esperanza de vida de nuestros abuelos. Llegar a centenario es posible.
Sanos y longevos, pese a los años
Nadie se libra de cumplir años, aunque muchas personas parece que hubiesen hecho un pacto de no envejecimiento con el mismísimo diablo. Aunque la genética muchas veces tiene mucho que decir al respecto, existen algunas pautas, o precauciones, que podemos tomar y que nos ayudarán si no a vivir más años, al menos a conservar por más tiempo nuestra salud. Y es que es mejor no tentar a la suerte.
Un consejo recomendado para seguir desde cualquier edad es que, debemos hacer caso a los médicos y realizarnos revisiones periódicas de salud. Cuánto más controlado tengamos a nuestro organismo, más fácil será detectar una anomalía y atacar las posibles enfermedades desde antes incluso de que puedan dar la cara.
Además, es fundamental llevar un estilo de vida saludable, lo que pasa por seguir una alimentación sana, equilibrada y completa, así como por hacer algún tipo de actividad física.
También es importante adoptar una actitud de vida tranquila, armoniosa. Y es que el estrés y el mal carácter terminan haciendo mella en nuestras defensas y nos expone a las enfermedades.
Es importante para la tercera edad mantener contactos con la sociedad que nos rodea, cultivar las amistades, las relaciones familiares, vecinales y las aficiones. Esto garantiza una buena salud mental y emocional.
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