Fundir a fuego lento 250 gramos de chocolate fino con dos cucharadas de leche.
Lo retiraremos del fuego cuando se haya formado una pasta homogénea.
Añadimos 2 yemas de huevo y 75 gramos de mantequilla, removiéndolo todo constantemente.
Calentamos durante 3 minutos y dejamos enfriar durante dos o tres horas.
Con la pasta obtenida fabricamos bolas del tamaño de una nuez.
Espolvoreamos con chocolate en polvo y lo guardamos en el frigorífico.
Comer después de pasadas 48 horas.
Foto: flickr.com/photos/rore/418771199/sizes/m/in/photostream/
Las trufas son como la ambrosía de los dioses, son un capricho muy particular para los golosos como yo. Y no digamos para las mujeres, que suelen ser bastante adictas al chocolate, además, con motivos, porque es real que lo necesitan y deben comerlo al menos cada cierto tiempo. Bueno, solo decir que viva el chocolate ¡¡¡