Se escaldan doce tomates que deben ser redondos y lisos. Se pelan y se cortan en rodajas no demasiado finas.
Se hierve un kilo de judías verdes con agua y sal, sin taparlas durante veinte minutos. Se escurren y se dejan enfriar.
Se hierven ocho huevos, se pasan por agua fría y se pelan y se cortan en rodajas.
En el fondo de la fuente se extiende una capa de judías verdes. Encima se forman pequeñas pirámides de tomates y huevos. Se adornan con estragón picado. Se sirve con salsa vinagreta.
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