Los injertos de piel se utilizan durante una intervención quirúrgica para remplazar parte del tejido cutáneo que por diversas circunstancias se ha perdido o que se encuentra severamente dañado ya sea por accidentes o quemaduras.
Este procedimiento consiste en retirar piel de áreas sanas de una parte del cuerpo llamada sitio donante y mediante diferentes técnicas colocar dicha capa dérmica en el lugar que se necesite para así regenerar completamente el área dañada.
Tipos de injertos de piel
Hay tres tipos de injertos cutáneos que se utilizan actualmente dependiendo del tamaño del área a cubrir. El injerto de grosor dividido es el que se utiliza para tratar heridas y quemaduras retirándose solamente las capas dérmicas externas. El profesional evaluará cual será la zona donante dependiendo del pigmento y también del tipo de piel que se necesite.
Otro injerto que se realiza es el de grosor completo que sirve para curar heridas profundas y de gran tamaño, sobre todo en el caso de que se necesite elasticidad y tonicidad utilizándose todas las capas de la zona donante. Para finalizar, podemos hacer mención también del injerto de piel compuesto donde se utilizan las capas de piel y grasa y en algunas oportunidades de cartílagos para cubrir la zona.
Imagen: http://www.radiover.info/n.php?id=49023
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