¿Qué puedes aprender en un curso de cata de vinos?

¿Qué puedes aprender en un curso de cata de vinos?

Un curso de cata de vinos ofrece una oportunidad perfecta para mejorar sus conocimientos sobre el vino. La idea es aprender algo más sobre los vinos para poder disfrutar de más vinos.
No es necesario saber nada para valorar un vino o para poder disfrutarlo, pero es cierto que si se aprende más se aprecia el producto y hay aspectos que no se mencionaron anteriormente. Los cursos que ofrecemos se desarrollan en lugares perfectos para aprender y poder disfrutar de los vinos disponibles. No ofrecemos cursos que involucren el vino de ideas snob o elitistas, cursos para pasar bien y hacer que la gente aprenda sin complejos, que disfrute del mejor vino… si hay mucho más vinos el gusto vaya cambiando, se pueden descubrir cosas diferentes. Ahora bien, ¿Qué curso de cata de vinos recomendarías? Entramos aquí en otra cuestión. Desde nuestro punto de vista, un curso de cata de vinos tiene que cubrir una serie de elementos ligados a la propia naturaleza del vino. Empezamos a comentarlos.
El vino, fuente de sorpresas
El vino es una fuente constante de sorpresas. Las cosas que esto puede ofrecer son múltiples y están en constante evolución. En es lo mism para probar un vino, nada más para abrirlo que habiéndolo querer descansar un ratón en la despensa. También es imposible abrir hoy una botella que se hará en seis meses. Incluido en el estilo para degustar un vino dulce del medio que hagas durante la comida. Estas son cosas que se explican en los cursos de preparación.
De acuerdo con esto, la enorme variabilidad de matices que puede ofrecer un vino mixto, incorporada a la enorme cantidad de vinos que existen en el mercado (y de tipos de vinos); nos ofrece una perspectiva prácticamente infinita a la hora de disfrutar del vino, prestando mucha atención a los aspectos visuales, olfativos y gustativos, es decir, coger un vino. No estamos aquí para ser expertos en nada por el estilo, campana para disfrutar de la variedad que ofrece el vino. .
¿Qué se puede aprender de un recolector de vino?
El coleccionista, el aficionado debe saber que para poder concentrarse y disfrutar de las sensaciones que un vino puede sugerir, es necesario permanecer en un lugar suficientemente aireado y falto de olores, luminoso y con una temperatura agradable, en torno a los 22 ° C y relativa. Humedad del 60%.
Las tazas deben ser transparentes e incoloras, libres de detergentes y colocadas sobre una mesa o superficie blanca. En primer lugar, es necesario adquirir algunos conceptos básicos del vocabulario de la cata para poder expresar los agradecimientos tras la cata de un vino. No enumeramos aquí ideas de vino snob, una campana con palabras simples que nos sirven mejor para expresar lo que vemos o vemos. En los cursos de aseo personal que te proponemos podrás aprender a mejorar la identificación de olores. También aprenderá a comprender cómo los vinos evolucionan en color y por qué están ahí.
La continuación explicará por qué la temperatura de servicio de los diferentes vinos y el orden de servicio de los mismos vinos. El participante observará sus propias habilidades sensoriales en cinco fases: visual, olfativa, gustativa, retronasal y en una fase de apreciación y memorización. Esta última es la etapa de aprendizaje, que te permitirá combinar y reconocer aromas, sabores y sensaciones en boca para ser reconocidos en sabores posteriores. Es muy gratificante abrir un vino y que nos recuerde a un vino que hemos tomado en un lugar determinado, con amigos o en pareja, y poder hacer que ese olor nos recuerde ese momento.
La vinoteca es un punto de encuentro de compradores y vendedores. El sumiller profesional de la venta de vinos se enfrenta a diario a multitud de situaciones que dan una visión muy aproximada de cómo es el mercado de los amantes del vino, que tiene variedad y cantidad en su oferta.
Entonces date cuenta si estás frente a un experto, un aficionado o un iniciado y cuáles son las necesidades de cada uno. Un curso de preparación es un momento para pasar bien. Esta es la idea principal de las ofertas que hemos plantado en nuestra sección de cursos de preparación. Esperamos que te animes a hacer un curso y que con este puedas disfrutar un poco del cultivo del vino.

En qué consiste un curso de cata

Como decíamos, en un curso de iniciación nos enseñarán a percibir el vino a través de varios sentidos. El curso tendrá una parte teórica en la que conoceremos la historia de la bodega, las variedades y vinos que produce. La visita a la bodega nos abrirá los ojos y predispondrá nuestro ánimo a saborear el producto de todo ese laborioso proceso. Ya en la sala de catas el enólogo nos guiará a través de los colores y nos enseñará a reconocer los taninos y matices de los rojos de las uvas hechas vino en lo que se llama la fase visual. Granates, rubí, añiles o teja serán algunos de los conceptos que aprenderemos a diferenciar con la práctica. ¿Se trata de un vino joven o de un reserva? El olfato nos ayudará a identificarlo, para lo cual también tendremos que aprender las sutilezas de los matices. Es allí donde nuestra memoria olfativa nos echará una mano para reconocer frutas y maderas, minerales o flores. Estamos metidos de lleno en la fase olfativa de la cata. Por supuesto, llegará el momento de probar las variedades que estamos catando. Nuestras papilas gustativas se darán un festín al estimularlas con los sabores y texturas de los vinos. Sabremos entonces a qué se refieren los conocedores cuando hablan de un vino “con cuerpo”, “astringente” o “equilibrado” cuando las propiedades del vino se nos muestren en boca.

Siete pasos para organizar una cata de vinos con amigos

Pasos para organizar una cata de vinos con amigos:

• Tipo de cata. Existe varios tipos de cata de vino: regional, varietal, por color, y otros más. Esto es importante para definir quién llevará qué vino. Como tip: es importante mantener un un rango de precios ya que esto evitará vinos de distintas calidades.
• Infórmate. Ya sea que una persona decida o entre todos sugieran los vinos a degustar, es importante llevar información tanto de las etiquetas, tipo(s) de uva(s), su elaboración, origen, bodega y otros datos que ayuden a enriquecer la experiencia y aprender de los vinos que se caten.
• Lugar: establece el sitio donde se llevará a cabo; lo mejor es que sea en casa de alguien del grupo de cata, sin embargo, también es posible hacerla en algún restaurante, pero en este caso es importante pedir permiso antes o preguntar si hay descorche para llegar a un acuerdo sobre la fecha, la hora y el lugar. Esto es recomendable si lo que se busca es realizar además una cata-maridaje, en cuyo caso el restaurante puede proveer los platillos.
• Copas: es recomendable tener suficientes copas para todos y para cada vino que se degustará; esto no sólo facilitará la cata, sino que también la hará más eficiente. En caso de que no se cuente con suficientes copas, al terminar de catar un vino, ésta se debe enjuagar antes de pasar al siguiente o bien, “envinarlo”, es decir, servir un poco del siguiente vino y agitarlo en la copa para retirar los restos del anterior; y posteriormente se comparte ese vino de copa en copa para así limpiar todas. Finalmente, ese contenido se tira y es entonces posible pasar a catar el siguiente.
• Agua: cada participante debe contar con una copa o vaso con agua para limpiar el paladar entre cada vino. Adicionale, es recomendable tener galletas y/o pan de sabor neutro que cumplen esta misma función.
• Anotaciones: se aconseja que todos lleven un cuaderno, laptop, tableta, o celular, para que tomen apuntes de las características de cada vino para su registro personal.
• Después de la cata: una opción para amenizar el evento después de terminar la degustación de los vinos, es que los asistentes lleven distintos bocadillos o canapés, como quesos, jamón serrano, pequeños postres o chocolates para acompañar lo que quedó del vino. A menos que se trate de una cata-maridaje, no se recomienda consumir estos alimentos durante la cata ya que pueden alterar la percepción de cada vino.

¿Cómo se cata un vino?: