El tren como lo conocemos actualmente ha evolucionado para ofrecernos los servicios terrestres más rápidos que hayamos imaginados sobre rieles. Subir a un tren nos ofrece la oportunidad de dar un vistazo rápido a un sin fin de paisajes. Si nos trasladamos a Sudamérica, dos opciones en tren menos veloces que las modernas unidades nos brindarán el encanto de viajar en tren.
El Tren de las Nubes
Dominar los andes de Sudamérica no fue una tarea simple para los ingenieros de antes. Así con nuestra primera opción podremos literalmente tocar el cielo con una ruta de tren a través de los Andes argentinos. Esta ruta comienza en la ciudad de Salta a 1.187 msnm y termina en San Antonio de los Cobres 3.774 msnm. En el trayecto de 15 horas se tiene que pasar por 21 túneles, 13 viaductos, 29 puentes. Con una capacidad para 468 pasajeros el Tren a la Nubes alcanza su cúspide al ascender a 4.220 msnm, reduciendo la velocidad a 35 km/h al pasar por el Viaducto la Polvorilla.
Viajar en tren por La Nariz del Diablo
En el noroeste de Sudamérica los Andes ecuatorianos le ofrecieron al hombre más desafíos que los imaginados. Riobamba y Alausí, son dos ciudades que están unidas por un trayecto de tren que tienen la particularidad de avanzar en zigzag. Son nada más que 98 curvas que se tiene que recorrer cruzando ríos, el cañón Chiripungo, rodeado de paisajes rocosos, de montaña, zonas de siembra y vegetación frondosa. La parte más emocionante del viaje es cuando este tren tiene que ascender desde 2.340 a 1.816, igualmente en zigzag. Debido a la dificultad que embarga esta ruta, este tren tiene una capacidad de 130 personas. Este trayecto es conocido como la Nariz del Diablo y representa una de las obras civiles ecuatorianas de importancia social y de gran atracción turística.
Así, podemos sentir la emoción que nos brinda el encanto de viajar en tren por Sudamérica. Además de estas opciones existen más, que se las dejamos de tarea.
Foto: trenecuador.com
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