Cuando el viento es un factor climático predominante de su localidad, las formas de ahorrar energía son muy evidentes como para no aprovecharlas. Repasemos las opciones que puede realizar para ahorrar energía debido a la presencia del viento.
El viento para generar electricidad
La energía eólica es la opción más popular para aprovechar no solo la fuerza del viento sino de su presencia constante. La idea es convertir la energía del viento en electricidad. Esto es posible mediante la ayuda de un sistema mecánico compuesto por una hélice, engranajes, ejes, y bujes. En el extremo de este sistema se encuentra el alternador, que se conecta a un sistema electrónico que convierte y almacena la electricidad generada en baterías. Esta energía se puede utilizar para cubrir parte de las demandas eléctricas de su hogar.
Enfriando la casa con el viento
El viento también puede ser empleado para enfriar nuestra casa, sobretodo los ambientes que se encuentran en el piso más elevado. Además de pintar de blanco el exterior del techo de su vivienda, la implementación de un cobertizo a mediana altura le permitirá además de brindar sombra de formar una especie de canal por el que pueda circular el viento, manteniendo el techo de cierta manera fresco. Si antes usábamos ventiladores o aire acondicionado, el uso de estos disminuirá, permitiendo recuperar primeramente la inversión realizada y luego ahorrando dinero del gasto habitual en el servicio eléctrico.
Por último si no hay mucho apuro con el lavado de ropa, puede dejar de secar la ropa en la secadora y tenderla. Cuando menos lo piense esta estará lista para la etapa del planchado.
Así, si el viento reina en nuestra localidad, la podremos usar a nuestro favor para ahorrar energía mediante cualquiera de estas ideas muy difundidas pero pocas veces usadas.
Foto: flickr.com/photos/cfrausto/3312959486
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