En 1905 el gerente de la mina Premier en Transvaal, África del Sur, haciendo una inspección rutinaria por la mina descubrió casualmente un brillo en una de las paredes de la mina, sacó su instrumental y empezó a cavar. Encontró nada menos que un diamante de más de medio kilogramo de peso de una pureza extraordinaria. A este diamante bruto se le llamó Cullinan.
La piedra fué comprada por el gobierno de Transvaal, por la sugerencia del General Louis Botha, Primero-Ministro, por £ 150.000,00 y presentada al Rey Eduardo VII a su 66º cumpleaños en 1907. El Rey confió entonces el trabajo de tallado de la piedra a los expertos de Joseph Asscher & Compañía de Ámsterdam.
Después ella fue dividida en nueve partes principales, 96 brillantes pequeños de aproximadamente 10 quilates. La mayor piedra que se sacó del diamante fue de unos extraordinarios 530 quilates. Se obtuvieron un total de 150 piedras talladas que fueron ordenadas y bautizadas según su peso como Cullinan I, Cullinan II, Cullinan III, etc. El Cullinan I es el mayor diamante tallado del mundo y se encuentra engastado en el cetro de Eduardo VII. Mientras, el Cullinan II, el otro gran diamante procedente del Cullinan original, es el principal atractivo de la Corona Imperial Británica, joya conservada en el Museo de la Torre de Londres.
El aprovechamiento fue de 34.25 por ciento, por consiguiente el peso total en piedras talladas fue de 1.063,80 quilates.
Por último decir que este diamante se conoce como «Estrella del Sur» o «Estrella de África«
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