Tras un largo o corto periodo de conflictos irreconciliables se opta por el divorcio como una forma de poner fin al fracaso matrimonial. Sin embargo uno de los riesgos cuando realmente no se acepta este hecho es el desprestigio de parte de uno de los cónyuges. Esta falta de ética que muchas veces se sabe que sucederá se puede frenar durante el proceso del divorcio.
¿Qué tanto sabe usted de su ex cónyuge?
Dependiendo del tiempo que una pareja hayan durado juntos, dependerá el cuánto se conocen. Esto es desde el noviazgo, periodo del matrimonio sin problemas, el periodo del matrimonio con problemas y el periodo del proceso del divorcio. Cuando existen problemas cada cónyuge tiene la oportunidad de saber más de su pareja, cómo es la reacción y cómo brota ciertos lados ocultos hasta ese entonces. Esta información es valiosa para recordar cuando lastimosamente se decide por el divorcio. Ya se trate de un divorcio “proclamado” como mutuo acuerdo o contencioso, debemos saber si nuestro cónyuge tiene tendencias a ventilar situaciones personales por guardar resentimiento, a forma de desprestigio.
No al desprestigio de la persona
La dignidad es un derecho fundamental de la persona como también lo es el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen. Por consiguiente el acto de desprestigio de parte de uno de los cónyuges es una falta constitucional. Para frenar esta actitud que, como dijimos, muchas veces se sabe que pueda suceder, es mejor solicitar por medio del abogado o abogados que lleven a cargo el divorcio que se incluya una “cláusula de silencio”. Esta clausula, sin embargo no impide que se produzca un acto de desprestigio usando cualquier medio de comunicación (oral, escrito, redes sociales, etc.), pero si permitirá fácilmente exponer ante la justicia este hecho.
Finalmente, otra forma de evitar el desprestigio tras el divorcio es solicitando ayuda psicológica durante el proceso e incluso algún tiempo después que el juez promulgue el divorcio.
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