Se coge media docena de manzanas ácidas, a ser posible tabardillas (reinetas), a las que se despoja del carozo (pipero), y en el hueco que ha
quedado, se le echa azúcar. Y encima de¡ azúcar una pizca de mantequilla fresca. Sin otra cosa se meten las ‘manzanas en el horno de la cocina.
Cuando la mantequilla se derrite y el azúcar también se liquida, a voluntad, se le puede echar un chorrito de coñac y se le pone encima una cereza
almibarada. Existen también las manzanas repinaldo, una variedad de reineta, que están muy sabrosas cuando se asan.
Se coge media docena de manzanas ácidas, a ser posible tabardillas (reinetas), a las que se despoja del carozo (pipero), y en el hueco que ha
quedado, se le echa azúcar. Y encima de¡ azúcar una pizca de mantequilla fresca. Sin otra cosa se meten las ‘manzanas en el horno de la cocina.
Cuando la mantequilla se derrite y el azúcar también se liquida, a voluntad, se le puede echar un chorrito de coñac y se le pone encima una cereza
almibarada. Existen también las manzanas repinaldo, una variedad de reineta, que están muy sabrosas cuando se asan.
Comentarios recientes