Todo cambio que adoptemos para conseguir reducir el consumo de energía debe ir acompañado de un seguimiento posterior y de un comportamiento acorde a la situación. Muchas veces hacemos sacrificios para lograr reducir nuestros gastos en energía, y nos entregamos a descuidos que puede conducirnos a peores situaciones que la que antes teníamos. Por eso debemos evitar de hacer lo siguiente.
1. Dejar encendidos los bombillos ahorradores
Antes de cambiar los bombillos incandescentes por los ahorradores usted solía apagarlos cuando no los utilizaba. Haciendo de este hábito, su mejor estrategia para poder para reducir el consumo de energía. Ahora que todos los bombillos son del tipo ahorrador usted puede pensar que puede dejarlos encendidos como antes. Dependiendo de cuanto tiempo usted deje encendido los bombillos ahorradores, usted podría igualar el consumo que tenía con los bombillos incandescentes. Lo mejor es seguir ahorrando. Manteniendo un buen hábito de uso. Apague los bombillos que no utiliza y el ahorro mejorará en lugar de mantenerse elevado luego de haber invertido dinero en la compra de ahorradores.
2. Extender el tiempo de uso del agua en el baño y la cocina
Tanto tiempo nos ha costado adoptar los hábitos de un buen consumidor de agua que en lugar de desperdiciarla busca ahorrar en cada oportunidad. Esto mediante la instalación de restrictores de flujo de agua en las llaves del lavamanos y la ducha en el baño, así como en el lavadero de la cocina. Pero luego tendemos a olvidarnos de lo aprendido y dejamos la llave de la ducha abierta mientras nos enjabonamos y refregamos, también dejamos nuevamente abierta la llave del lavamanos al cepillarnos pensando que con lo realizado con los restrictores será más que suficiente. En la cocina ya no cerramos la llave más seguido y dejamos correr el agua mientras lavamos los trastes. En el jardín si ya comenzamos a usar aspersores, no significa que los dejemos mojando el césped por horas. Lo que pagamos por el consumo del agua aparte de los impuestos, envuelve el líquido en sí y los costos por el tratamiento y transporte hasta nuestras casas. Y todo eso se mueve con algún tipo de fuente de energía. Por lo tanto no debemos descuidar el ahorro de agua.
3. Descuidar el mantenimiento del nuevo automóvil y no aplicar una conducción eficiente
Mientras usted tenía el antiguo vehículo, usted apagaba el motor en cuanta oportunidad tenía. Mantenía los neumáticos a la presión adecuada y cuidaba de la alineación con cierta frecuencia. Y así aplicaba muchos consejos que iba recopilando de diversas fuentes. Ahora que tiene el automóvil nuevo, el cual genera una mínima cantidad de emisiones contaminantes y con el que se supone que debe ahorrar en combustible, usted ya no aplica casi nada o ninguno de los buenos hábitos de conducción eficiente que anteriormente realizaba. Si es así, usted consumirá más combustible que con su antiguo automóvil. En realidad con los automóviles modernos, el ahorro se puede mejorar en gran manera, solamente debe seguir con su hábito de ahorro y seguir las recomendaciones del fabricante.
Recuerde que adoptar nuevas formas de ahorro de energía como bombillos ahorradores, restrictores de flujo de agua y la adquisición de un automóvil nuevo no significa descontrolarse nuevamente. Por el contrario, usted cuenta con una nueva oportunidad de seguir ahorrando más que antes y planificar nuevos proyectos con el dinero que se ahorrará.
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