Consejos para maridar el vino rosado
Con su popularidad en aumento, especialmente en el verano, el vino rosado se ha apoderado de la escena entre los bebedores jóvenes. Ligero, lleno de frescura, delicado y afrutado, este tipo de vino ya ha demostrado ser el favorito de los europeos en los días más calurosos del año.
Muy versátil, las posibilidades de armonizar el vino rosado son amplias y pueden complacer a todos los gustos.
Estos ejemplares incluso tienen características similares a la de la cerveza Pilsen (la más consumida en Brasil): el amargor que está presente en la boca ayuda a limpiar el paladar para que los alimentos tengan mejor sabor.
Pensando en ayudarte a crear increíbles combinaciones de vinos rosados con algunos de los principales manjares de la gastronomía, preparamos este material con consejos de armonización imperdibles. ¡Buena lectura!
Tipos de vino rosado
Los ejemplos de vino rosado ofrecen increíbles alternativas de armonización porque están precisamente en una clasificación entre vino blanco y tinto. A pesar de tener menos taninos, este tipo de vino contiene frescura y cuerpo para combinar con diferentes elementos culinarios. Hay varios estilos de rosados en el mercado: los más secos y con menor contenido de azúcar, los más corpulentos y los que pasan más tiempo en contacto con la madera son algunos ejemplos. A continuación, mira los tipos de rosados más consumidos:
Seco y ligero
Son ejemplos con baja graduación alcohólica, poca azúcar, ligereza y buena acidez. Se caracterizan por ser grandes acompañantes para aperitivos, como comida japonesa, ensaladas, mariscos y bocadillos.
Dulce y ligero
Estos vinos son muy ligeros y de agradable aroma. Son simples, atractivos y pueden ser carbonatados, con dulzor y algo de acidez presente. Combinan bien con ensaladas de mariscos, carnes suaves y elementos de la cocina asiática.
Mediana
Este es probablemente el estilo más común en el mercado, donde las etiquetas varían de seco a medio seco y tienen un buen equilibrio entre las sensaciones de dulzor y acidez.
Normalmente, los medianos tienen extractos de taninos ligeros, lo que los hace muy versátiles para la adaptación gastronómica.
Elegante y delgado
Estos rosados destacan por su equilibrio y finura, mostrando algunos detalles específicos que los distinguen. La mayoría de ellos son de variedades aromáticas y tienden a ser “secos”.
Su consumo es bastante versátil, pero destacan cuando se combinan con platos refinados y sutiles en sabor.
Con cuerpo y aromático
Estas etiquetas, a su vez, son más intensas y alcohólicas y se acercan a los vinos tintos en cuanto a estructura. Sus colores son más intensos y su origen proviene de variedades de uva que tienen buen cuerpo, como las clásicas uvas Syrah, Merlot, Cabernet Sauvignon y Touriga Nacional. Algunos de estos rosados entran en contacto con la madera y obtienen un perfil más curioso y exótico. Por eso van muy bien con platos suculentos y complejos.
Cómo servir estos vinos
El servicio de los vinos rosados es muy similar al de los vinos blancos. Como el consumo es más pronunciado en verano, se debe tener cuidado no solo de degustar la bebida en temperaturas muy frías, ya que esto puede dificultar la percepción de todos sus aromas y sabores.
Por tanto, los rosados más ligeros y con mayor contenido de azúcar son más interesantes cuando se sirven entre 6 y 8 grados, mientras que los más completos se disfrutan mejor entre 12 y como máximo 14 grados. Estas temperaturas garantizan la frescura y todas las características especiales de los rosados. En cuanto a tazas, altas y estrechas pueden ser buenas opciones para etiquetas más ligeras. Para los más intensos, las copas de vino blanco con apertura media son buenas opciones.
Ahora que conoces los estilos y sabes cómo servir, es hora de comprobar las mejores formas de armonizar el vino rosado:
1. Tablas de embutidos
Los rosados son perfectos para acompañar un buen plato de embutidos elaborados con mortadela, jamón crudo, carpaccio, chorizo, embutidos, salchichón y pastrami.
La estructura de estos vinos armoniza y limpia el sabor de los aperitivos curados sin que su acidez entre en conflicto con los posibles acompañamientos de encurtidos, mostaza, mermeladas agridulces y pimienta.
2. Aperitivos fritos
La versatilidad de los rosados permite combinarlos con los más diferentes tipos de frituras, tales como:
calamar con dorê;
patatas silvestres, crujientes por fuera y suaves por dentro, servidas con salsas españolas;
arancini – bola de masa de risotto italiana rellena de queso;
papas fritas con mostaza de Dijon;
entre otros.
3. Pizzas
El vino rosado es un gran maridaje con este plato amado en todo el mundo, ya que equilibra la sal de los quesos y la grasa de las lonchas que llevan carnes picantes, como el embutido. Si la pizza tiene ingredientes ricos en grasas, vale la pena aventurarse con la línea de espumosos rosados.
4. Salazón
Tanto la coxinha, un clásico salado nacional, como los famosos pasteles de carne se armonizan deliciosamente con los rosados.
5. Quesos
Estos vinos son comodines cuando se trata de quesos. Se combinan con los de piel blanca, como el brie, pasando por semiduros, como el gouda, incluso los de cabra, cuando se combinan con rosados de la misma intensidad.
6. Pasta
A diferencia de algunos tintos, los rosados aguantan muy bien las pastas a base de salsas más ácidas, como el tomate. También quedan muy bien con las pastas frescas que acompañan a los mariscos e incluso con las versiones más cremosas y rellenas, como un buen ravioli de espinacas.
7. Pescado
Pescados como el salmón a la plancha, acompañados de ensaladas o preparados con hierbas y salsas de frutas frescas, se sirven muy bien acompañados de un hermoso plato de rosado.
Opciones más elaboradas, como el típico bacalao de Brás y las icónicas moquecas, reclaman la leve astringencia y frescura de estos vinos.
8. Mariscos
Las etiquetas de los rosados se pueden servir sin miedo al combinarlos con delicias del mar, como el atún, el carpaccio de pulpo, los canapés de salmón, las gambas al estilo tailandés, el marisco cocido y el paté de atún, por ejemplo.
9. Carnes
Los rosados son la opción perfecta para platos con más proteínas picantes y picantes, como el acarajé y los tacos mexicanos, ya que su equilibrada acidez refresca la boca de la quema de estas opciones.
También combinan proteínas blancas, como el pollo asado con patatas y verduras o el buen salpicão de pollo. Como tienen menos taninos que los tintos y son más estructurados que los blancos, los rosados se pueden maridar con platos de carnes rojas, como rosbif, filetes a la brasa, carne picada, etc.
10. Postres
Se equivocan quienes piensan que la versatilidad de los rosados se retiene en platos salados. Ejemplos de este estilo, especialmente los secos, se pueden acompañar con frutas frescas, como el melón, o con sorbete y empanadas a base de frutos rojos.
Es fácil deleitarse y, más aún, enamorarse de este estilo de vino. Flexible y muy sabroso, es la opción ideal para disfrutar en buena compañía de los platos culinarios más variados.
Ahora que sabes cómo hacer un buen maridaje de vino rosado, seguro que también puedes rendirte a los encantos de esta bebida tan consumida. ¡Salud!
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