La obesidad hereditaria familiar es un tipo de obesidad que se presenta como una acumulación de grasa y celulítis fría en la parte superior-externa de las nalgas y glúteos, y como una acumulación caliente por encima del pubis, aunque no suele llegar a producir una estética muy desproporcionada.
Estos tipos de obesidad aparecen y evolucionan como brotes sucesivos, en ciertos momentos críticos de la vida, y se presentan de forma similar en algunos de los padres, ya que tienen un origen hereditario. Los síntomas más significativos son la frialdad excesiva en nalgas, y una sensación generalmente leve de hinchazón tras la ingestión de alimentos.
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