Es el resultado de moler muy fino las semillas de sésamo ligeramente tostadas. Tiene una consistencia parecida a la de las cremas de frutos secos o de cacahuete y puede usarse en lugar de la mantequilla, emulsionándolo con agua fría para obtener la consistencia deseada.
Así lo utilizan cotidianamente los armenios, que fueron quienes lo idearon y cuya robusta salud es de todos conocida.
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