Las escapadas de verano durante los meses de calor de julio, agosto y septiembre suelen ser abundantes, sustituyendo a veces la imposibilidad de permitirnos unas largas vacaciones que nos permitan colocar nuestros destinos viajeros más lejanos, posiblemente en ciudades de paises de Europa e incluso lanzarnos a viajes más aventureros quizás a continentes llenos de exotismo.
Tenerife suele estar presente cada año en alguna de las escapadas de amigos y familiares, que han disfrutado durante al menos un fin de semana de todo lo que nos puede ofrecer esa hermosa isla canaria. Por ello, ya es hora de que fijemos como destino ineludible para los meses de verano de este año al menos perdernos durante un fin de semana por esas tierras, conocer su cultura y su gastronomía y disfrutar de todo lo que nos puede ofrecer.
Además del encanto de su mar y de sus playas, Tenerife también es un lugar para pasear, disfrutar de una buena comida y conocer sus monumentos. Por ello, podemos comenzar nuestro recorrido por el casco antiguo, donde se conservan varios monumentos religiosos importantes. Allí encontraremos la iglesia de San Francisco, de estilo barroco insular y construida en el siglo XVII. Cerca está la iglesia del Pilar, del siglo XVII, alzada sobre los restos de una ermita antigua.
El Cabildo Insular de Tenerife, de estilo neoclásico, dispone de unos interesantes salones con unos murales preciosos del pintor canario José Aguilar. Desde allí podemos desplazarnos a algunas plazas y calles cercanas, como la Plaza de la Candelaria, que está entre las más concurridas de la ciudad y es un punto importante a conocer de la isla. Por esa zona encontraremos el Casino de Tenerife y el Teatro Guimerá, erigido sobre el antiguo convento de Santo Domingo, de estilo clasicista y románico. Un paseo que nos resultará, sin duda, sumamente interesante y nos proporcionará otra visión diferente de esta isla canaria famosa por sus playas.
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