La primera impresión que se llevan los demás al entrar en un sitio es nuestra apariencia externa. Por ésto, es muy importante la elección de nuestro vestuario.
El vestuario básico de un hombre debe incluir unas prendas básicas que nos puedan servir tanto para el ámbito social, laboral y familiar. Si acertamos en la elección, nuestra imagen se verá magnificada; sin embargo, una mala elección del vestuario hará que tengamos malas críticas.
Hoy en día, para el trabajo de oficina se necesita utilizar traje diariamente como si se tratase de un uniforme. Entonces tenemos el dilema de elegir y combinar las distintas prendas que vayamos a utilizar.
El rey por excelencia para el hombre es el traje. El pantalón siempre quedará a la altura del tacón del zapato, ya que quedaría muy mal si se vieran los calcetines o si por el contrario arrastraran por el suelo.
La chaqueta deberá estar perfectamente ajustada a los hombros y con una caida que diste cerca de un palmo de las rodillas. La largura de las mangas debe ser la que con los brazos rectos llegue hasta las muñecas y con los brazos doblados dejen ver un centímetro aproximadamente de los puños de la camisa. La caida posterior deberá cubrir el asiento del pantalón.
La chaqueta cruzada es más clásica y pasa menos de moda que las rectas. Se viste abrochando dos botones. La chaqueta recta se viste abrochando solamente el botón superior. Las solapas de las chaquetas y las hechuras (entalladas, rectas, con o sin rajas posteriores, etc.) suelen cambiar con la
moda y hay años en los que las solapas pueden ser más anchas o estrechas, más largas o cortas… e igualmente las rajas posteriores pueden ser dobles, una central o cerradas completamente. Pero básicamente tampoco cambian demasiado.
Los trajes para su buena confección deben llevar un buen tejido. Los clásicos son la lana, el lino, el algodón o la alpaca y la franela, aunque también hay tejidos sintéticos y mezclas que resultan bastante bien.
En nuestro guardaropa nnunca deben faltar tres trajes de corte clásico: uno azul marino, otro gris y otro negro. Con ellos, se pueden combinar todas las camisas.
En lo concerniente a las camisas, los tejidos más utilizados son el algodón y la seda. Pero últimamente existen muchos tejidos sintéticos que dan muy buen resultado.
En el fondo de armario de un hombre siempre deben existir tres camisas básicas: una blanca, una celeste y otra rosa o lavanda. Con estas tres camisas podremos hacer cualquier combinación, tanto de corbata como de traje.
Las camisas deben ir siempre justas de cuello, al igual que de mangas, ya que sería igual de incorrecto usarlas más largas de la cuenta o más cortas.
Siempre quedan más elegantes las camisas sin botones al cuello cuando vayamos a utilizar corbata.
También quedan más elegantes las camisas con gemelos cuando utilicemos traje.
Cuando no sepamos como combinar una camisa con un traje, elegiremos el blanco (para la camisa) porque nunca queda mal.
Siempre hay que evitar combinar cuadros con rayas y no mezclar más de tres colores a la vez.
Se puede usar traje, camisa y corbata en la misma gama de tonos, aunque no sean exactos. El traje puede ser contrastado, pero no importa si la corbata y la camisa se parecen mucho.
Las corbatas nunca deben sobrepasar la cintura del pantalón. Las tendencias en las corbatas cambian menos, pero conviene comprar al menos una al año con las tendencias nuevas. Pueden lisas o estampadas.
Aunque usemos ropa de esport no debemos desabrochar más de un botón de la camisa.
El nudo de la corbata se usa gueso pero no abultado. Se puede utilizar una modalidad de nudo si la corbata es gruesa (es decir, el nudo más sencillo), pero si es de seda muy fina se hará de doble nudo o Windsor.
Los calcetines deberán combinar con los zapatos y/o los pantalones.
El cinturón debe combinar con los zapatos.
Los únicos complementos permitidos en un traje serán: los gemelos o cubrebotones, un alfiler de corbata y un anillo como máximo.