Nació en 1866 y murió en el año 1929.
Se le puede calificar de «singular y pintoresco personaje» que alcanzó gran popularidad en España a principios de siglo. Tuvo la habilidad de sortear a la justicia durante toda su vida, de ahí su apodo, y nunca consiguieron encontrar pruebas de que fuera un bandido y menos un asesino. Sin embargo él reconoció públicamente que fue contrabandista, ladrón, cuatrero, salteador de caminos y secuestrador. Un pícaro y un tipo único entre los delincuentes, perseguido siempre por la Guardia Civil, encerrado en la cárcel varias veces, pero jamás tuvo una condena a pesar de que jueces y fiscales estaban convencidos de su culpabilidad en repetidas ocasiones.
Nació en Estepa el 4 de marzo de 1866, de padres labradores, décimo de 16 hermanos. Fue a la escuela hasta los 10 años. Rebelde y travieso, de inteligencia despierta. Cuando muere su madre y su padre se vuelve a casar, huye de su madrastra. Algo le empujaba a una vida de aventuras. Desde los 17 años anduvo siempre en amoríos.
Cuando muere su padre, se hace cargo con su hermano mayor de la casa, echa a su madrastra y se dedica a trabajar el campo, pero pronto ve que aquella no es su vocación. Se dedica a traficar con objetos que compra y vende y se hace experto en caballos con los que trafica. Organiza su propia partida de bandoleros. Se van a Gibraltar y con otro amigo se hacen contrabandistas, pasando por la noche fardos de tabaco que venden en Algeciras ganando con ello buenos dineros, que pronto dilapida en vino, mujeres y juego. Se casa con una guapa moza, Dolores Jiménez, con la que tuvo cinco hijos. Cuando se ve muy acosado por la Guardia Civil se marcha a Orán donde se establece como comerciante. Mientras tanto en la Península, otros cometen atracos que le achacan a él.
En Orán tiene problemas con algunos moros y decide marchar a Argentina y cambiar de nombre. Allí se establece y hace amigos. Lleva consigo a la familia, pero un amigo le denuncia a las autoridades españolas que consiguen su extradición. Es juzgado por una docena de delitos, pero sale absuelto de todos por falta de pruebas. Regresa a Estepa donde es recibido como un héroe.
Luego se va a Madrid donde un periodista le ayuda a escribir sus memorias que tienen un gran éxito de venta, pero aquel ambiente no le convence y decide regresar a Argentina con toda su familia. Pasan unos años dedicado a sus negocios, pero al morir su esposa Dolores, sufre una fuerte depresión y después de un cierto tiempo de vivir sólo (sus hijos han hecho sus familias y no quiere vivir con ellos), el 17 de julio de 1929, decide poner fin a su vida tomándose una fuerte dosis de cianuro potásico.
Tenía 64 años. La noticia de su muerte llegó a España, pero su fama ya había pasado y sólo mereció una breve nota en los periódicos. «El Vivillo» era ya historia pasada.
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hola soy mauro! el tataranieto del vivillo,vivo en buenos aires argentina y me parece mentira estar sacando material ya que han pedido en la escuela buscar un personaje real y yo elegi el de mi tataraabuelo mi apellido es puchi apellido que se cambio para entrar a la argentina segun lo que me conto mi abuela saludo a toda españa mi numero es 43014034
Mauro, estoy investigando sobre el Vivillo, me gustaria contactar contigo