Negociaciones – D
El lugar al que condujimos a Jeanne fue la oficina de gobierno. Había pensado que ese sitio era el perfecto para que nos sentáramos y negociáramos y, ya que la habitación era bastante espaciosa y había muchos lápices y papeles, también podíamos adquirir los materiales necesarios con facilidad. Sin embargo, pareció que lo que más llamó la atención a Jeanne cuando entramos en dicha estancia fue la cama de la esquina…
«Rey Souma, ¿esa cama es…?»
«La mía. Es mi habitación privada, al fin y al cabo.»
«¿Duermes en la oficina de gobierno?»
«Para nuestra mayor vergüenza…»
El asombro de Jeanne fue respondido de manera vergonzosa, no por mí, sino por Hakuya. Sin embargo, pareció que lo que la había dejado realmente impresionada no era el hecho de que durmiera en la oficina en sí.
«Nunca hubiera pensado que encontraría a alguien de la realeza que hiciera lo mismo que hermana mayor…»
«¿Qué?»
Hermana mayor… ¿Se refiere a lady María? ¡¿Eh, la Doncella Santa imperial duerme en su oficina?! Cuando le pregunté, respondió torpemente.
«Bueno, es una mujer después de todo, por lo que tiene su propia habitación, pero cuando está ocupada con el trabajo del gobierno duerme en una cama en la oficina.»
«……»
De alguna manera, en aquellos momentos, sentí que realmente entendía la Santa Doncella.
«Ya que hermana mayor es la santa reina que gobierna un vasto territorio, le dije que se detuviera porque iba a dar un mal ejemplo a sus subordinados, pero lo único que me respondió fue: «no hay nada de malo, ¿no?». Nunca escucha nada en absoluto…» Dijo Jeanne con un suspiro. Pero por alguna razón, Hakuya asintió con entusiasmo.
«Lo sé. También repetidamente le he comentado a su alteza que se proveyera de una habitación para él, pero todas y cada una de las veces se limitaba a decir: «así es más eficiente, ¿verdad?»
«Lo sé. Sé que hermana mayor se cansa cuando está trabajando, pero querría que se comportara adecuadamente frente a sus subordinados. Especialmente porque tiene la imagen de Santa Doncella que necesita mantenerse al día. Desearía que no mostrara demasiado su lado lamentable.»
«Lo sé, aunque yo ya me he rendido sobre esta cuestión. Su alteza sigue teniendo el nombre del «Rey Héroe» pero lo que él hace es inaudito…»
Oye, oye, Hakuya. ¿No crees que has ido demasiado lejos? Bueno, en realidad no quería llevar el nombre de héroe, ¿sabes?, y mi actos “inauditos” consiguieron que os contratase… O eso quería decir, pero parecía que iba a ser amonestado aún más, por lo que me di por vencido.
«Pensaba que era bueno que el Rey Soma lo hiciera por una cuestión pragmática. Hermana mayor solo es desaliñada. Es un poco una cabeza hueca, ¿sabes?»
«¿No es eso genial? La hace un poco más linda. En el caso de su alteza, es indecoroso exactamente porque está calculado. ¿Por qué será que escucha un consejo cuando se trata de trabajo, pero no cuando se trata de la vida privada…»
«Parece que lord ministro tiene bastantes problemas.»
«Lo mismo digo, lady Jeanne.»
Hakuya y Jeanne empezaron a hacer buenas migas. Parecía que iban a romper en un vigoroso apretón de manos en cualquier instante. En ese mismo momento, nació la «Alianza de Víctimas de los Lords«… Esto no es moco de pavo. Fingí toser y le pedí a Jeanne que se sentara en la larga mesa en el centro de la oficina.
«De todos modos, vayamos a dejar esto de lado y comenzar las negociaciones.»
«Sí. Entendido.»
Jeanne recuperó la seriedad y se sentó. Nos sentamos el uno frente al otro con la larga mesa entre nosotros.
«Ahora bien…» dijo Jeanne mientras miraba hacia mí, abriendo las negociaciones.
«En primer lugar, y con respecto a la ocupación actual de Van, lamento decir que le he prometido a Julio esto. El Imperio tiene hacer lo que debe.»
«Bueno, no vayamos directamente al final. Tenemos al dirigente del Reino y la número dos del Imperio en negociaciones directas, al fin y al cabo. Debe haber muchas cosas de qué hablar e información que compartir aquí. Podemos dejar las cosas desagradables para más tarde, ¿no?
«…Supongo que sí. Además, me gustaría llamar a nuestros burócratas que hay esperando en la otra habitación, ¿está eso bien?»
«Muy bien. Si se someten a un control corporal, eso es… ¿Hay alguien ahí?»
Grité en dirección a la puerta y luego entró Serina que dijo: «Discúlpeme»
«¿Huh? ¿No estabas ocupándote de entretener a Julio…?»
«La ‘recepción’ ha terminado» dijo Serina fríamente.
…Todavía eran las tres de la tarde, ¿pero ya se había acabado…? Como pensaba, Serina es una chica aterradora.
«¿Qué hay de más, su alteza?»
«Ah, trae a nuestros burócratas y los burócratas que trajo Jeanne. Y comprueba que no lleven armas primero»
«De acuerdo.»
Y mientras miraba a Serina salir con gracia, hice la resolución de «nunca convertirme en enemigo de ella».
◇ ◇ ◇
Una negociación es un baile. Un bullicioso torbellino de actividad.
«Bueno, ¿y cómo está la situación agraria del Imperio este año?»
«Afortunadamente, en general estamos obteniendo buenas cosechas. El trigo es particularmente generoso. ¿Qué hay de Elfrieden? Acabáis de salir de una crisis alimentaria…»
«Estamos obteniendo buenas cosechas también. Logramos hacer el cambio de los cultivos a tiempo, por lo que ya no hay necesidad de preocuparse por la comida. Más bien, son las tiendas de emergencia las que me preocupan. Incluso si lo tenemos bien este año, podríamos recaer el próximo año o el año siguiente.»
«Bueno, eso se puede aplicar a los dos, ¿no? La cosecha sigue la voluntad de los cielos después de todo»
Mientras Jeanne y yo hablábamos, los burócratas reales e imperiales trotaban silenciosamente. Algunos frenéticamente tomaban apuntes sobre nuestra discusión, porque incluso una promesa verbal puedía ser un compromiso oficial si se escribía en papel. Sin embargo, otros confirmaron lo que ponían en esas notas para no malinterpretar cuáles eran esos compromisos. También había personas de ambos lados que presentaban materiales preparados entre sí, comparando lo que cada país tenía en abundancia y de lo que carecían. Como no compartíamos fronteras, era difícil prestarse ayuda mutua, pero debía ser posible con ayuda de terceros.
Fue una batalla. Hakuya miraba todos y cada uno de los documentos en detalle, y Liscia me ayudaba. Solo la guardiana, Aisha, estaba en posición firme y no quería mirar los números. Parecía aburrida. Se sentía realmente nostálgico; me recordaba la escena a los primeros días cuando me entregaron el trono.
En la diplomacia real, incluso si los líderes respectivas solo se reunían durante unos minutos, los burócratas de ambos países negociarían durante semanas o meses detrás de la escena. El Reino y el Imperio no había podido hacer eso desde que había aparecido el Territorio del rey demonio, que fue, de hecho, lo que había llevado a la agitación actual. Por esa razón, lo primero en la lista para que Jeanne y yo discutiéramos era la reapertura de la diplomacia de enlace entre el Imperio del Gran Caos y el Reino de Elfrieden.
«Hablando de comida, esas albóndigas de raíz Susana son realmente deliciosas, ¿verdad? Están hechos de los rizomas de la Susana Fascinante, ¿verdad? Nos gustaría saber cuál es el proceso de colección.»
«No me importa. Bueno, según Poncho, ha aprendido los fascinantes métodos de cosecha de las susanas de una tribu de montaña dentro del Imperio. Debería ser fácil obtener su cooperación para presentártelos.»
«Oh, cielos, hay gente así en el Imperio. Me avergüenza no saber lo que tiene nuestro país.»
«Así es como va, ¿verdad? No siempre puedes ver lo que tenemos bajo nuestros propios pies.»
Di un sorbo al café que Serina me había preparado y dirigí la mirada a Jeanne. «Pues sí» respondió cuando iba a tomarse un sorbo de su té. Traté de irritarla un poco con mis palabras para ver cómo reaccionaría, pero su expresión nunca vaciló. Era impensable que tuviera la misma edad que Liscia.
«Pero ya que te estamos ofreciendo información sobre las albóndigas de susanas, nos gustaría obtener a cambio algo de información también.»
«Vale. ¿Qué tipo de información quieres?»
«Comida a cambio de comida, eso debería estar bien, ¿no? Me pregunto si hay alguna comida poco común que el Imperio conozca.»
«… Entonces déjame darte esa información ahora» dijo Jeanne con una sonrisa ominosa.
«Carne de demonio»
«… ¿Qué?»
«Se puede comer carne de demonio»
Demonio… ¿carne? Eh, ¿qué? ¿Habla en serio?
«¿Has… comido carne de demonio?»
«Sí. Tiene un sabor sorprendentemente ordinario»
«……»
Sentí que mis piernas se volvían inestables. Desde que había escuchado sobre los Kobolds que ayudaban a la Tribu del Lobo Místico por parte de Tomoe, pensaba en negociar con el Ejército rey demonio si las circunstancias lo permitían, pero… ¿acaba de decir que saben normal? Eso de estar en una relación literal tipo «los fuertes se comen a los débiles» con alguien con quien vas a negociar… No parecía que terminaría con un solo lado comiéndose el otro.
Pregunté con voz tensa.
«¿Acaso has comido… un trasgo o algo así?»
Jeanne me miró sin comprender por un momento y luego negó con la cabeza en aturdimiento.
«¡No, por favor! Lo que comimos fueron ‘bestias demoníacas’, no la ‘raza de demonios’. Ah, ya veo, Elfrieden no sabe mucho sobre el Territorio del rey demonio, ¿verdad?»
Jeanne pareció entender algo y asintió.
«Bien. Te contaré lo mucho que nuestro país sabe sobre el Territorio del rey demonio y el Ejército rey demonio.»
Acto seguido empezó su historia lentamente.
◇ ◇ ◇
«En primer lugar, el Imperio tampoco conoce la razón por la cual el Territorio del rey demonio apareció en este continente, Randia. En realidad, todo lo que podríamos decir es que de repente apareció de la nada un día cualquiera. Después, y a través de las historias contadas por las personas expulsadas del Territorio y mediante combates reales con la existencia conocida como el Ejército rey demonio, pudimos llegar a una conclusión.»
«¿Conclusión?»»
«Dentro de lo que se llama ejército del rey demonio hay bestias grotescas que no tienen mucha inteligencia a pesar de que pueden formar, ya que simplemente devoran seres vivos. Por otra parte, hay algunos como los kobolds y los ogros que tienen orden como en el ejército, ya que son poco diferentes al del lado humano. Para distinguirlos entre ellos, llamamos a las primeras Bestias Demoníacas, mientras que las últimas son razas demonio.
«Ah, ahora que lo mencionas, he escuchado algo similar del anterior Rey Alberto.»
El área conocida popularmente como el «Reino Demoníaco» había aparecido de repente en el extremo norte del gran continente de Randia. A partir de ahí, todo tipo de demonios, grandes y pequeños, surgieron causando caos entre las naciones. La facción de la humanidad se unió e hizo una fuerza punitiva intentándolos enviar a las áreas afectadas, pero había resultado en un fracaso. En el Reino de los Demonios, existían «Bestias Demoníacas» con baja (o nula) sensibilidad e inteligentes «Razas Demoníacas” con gran potencia de guerra. Y justamente dichas razas demoníacas fueron las que aniquilaron la fuerza punitiva que las naciones habían hecho. Las demoníacas razas procedieron con una contraofensiva hacia los territorios humanos, expandiendo su influencia en la tierra hasta llegar a lo que ahora se llamaba «Territorio del rey demonio», o al menos eso había escuchado. Cuando le conté a Jeanne lo que había oído de Alberto, asintió gravemente.
«Sí, eso es lo que he escuchado. Tenía 7 años cuando se envió la fuerza punitiva al Territorio, por lo que realmente no la vi por mi cuenta. Excepto que después de tomarse el tiempo de analizar lo que dijeron las personas sobre el lugar, un nuevo hecho salió a la luz.»
«¿Nuevo hecho?»
«La embestida inicial de monstruos que destruyeron muchas naciones, mataron a innumerables personas y convirtieron en refugiados a todavía más gente, todo, fue hecho por Bestias Demoníacas.»
«Bestias demoníacas? ¿No las razas demoníacas?»
«Sí. Así fue en ese entonces.»
Jeanne le dio un sorbo al té.
«El primer avistamiento de las razas demonio fue cuando la fuerza punitiva fue emboscada. Pero naturalmente, estaban allí cuando la contraofensiva destruyó países y mató y convirtió a los refugiados en personas.»
«Lo que significa que hubo dos oleadas en la invasión del ejército del rey demonio.»
La primera ola fue el ataque de la Bestias Demoníacas. La segunda ola fue la contraofensiva de la raza demoníaca. Los Kobolds que llevaron a la Tribu del Lobo Místico de Tomoe a convertirse en refugiados fueron probablemente parte de la segunda ola.
Jeanne continuó.
«El daño causado por la primera y la segunda ola también fueron marcadamente diferentes. El ataque de la Bestias Demoníacas de la primera ola fue una escena brutal. Los incendios que las Bestias respiraron convirtieron las ciudades en tierra arrasada, devorando soldados y civiles sin importar la edad ni el género. Escuché que todo lo que quedaba de las ciudades atacadas eran restos de comida.
Literalmente eran bestias. Se trataba de un ataque de bestias demoníacas. Un ataque monstruos, como las langostas, que solo ven a los humanos como alimento.
«Pero la segunda ola fue una guerra total. Eran seres conscientes con el propósito de ocupar ciudades y pueblos. Hubo asesinatos y saqueos, pero también se dieron muchos casos en los que si uno podía huir de ellos, estos no lo perseguían. Los casos de personas asesinadas para ser comida cayeron bruscamente pero, por otro lado, aumentaron los casos de violaciones por Bestias Demoníacas.»
«…Así, como en cualquier otra guerra. Como entre humanos.»
«Sí, aunque estoy reacia a llamar a la violación un signo de inteligencia» escupió Jeanne. Era imperdonable para ella como mujer, al parecer.
«¿Pero debido a qué sucedió ese cambio? ¿Las Bestias Demoníacas obtuvieron inteligencia cuando lucharon contra humanos y se convirtieron en razas demoníacas?»
«Durante un tiempo, hubo funcionarios de la iglesia que afirmaban que al comer cerebros humanos obtuvieron inteligencia, pero eso por supuesto no fue lo que sucedió. Era un hecho que las Bestias Demoníacas aún existían. Y desde que las ofensivas de los humanos y demonios han llegado a un punto muerto, los únicos ataques que llegan son de manadas de bestias demoníacas. Sin embargo, eso es lo que nos ha permitido mantener el status quo.»
Hu~m… No lo entiendo. Entonces, ¿qué son estas razas y bestias demoníacas?
«Eso me recuerda a que encontramos montones de fósiles de bestias demoníacas cuando excavamos tanques de asentamiento cerca de Parnam. Esos definitivamente tenían al menos varios miles de años.»
«Fósiles… ¿qué es eso exactamente?»
«Ah, no es de conocimiento general en este mundo, ya veo. En pocas palabras, son restos de huesos de bestias muertas enterradas en el sustrato. Hay ciertas condiciones, pero después de muchos años los huesos en el suelo se convierten en piedra, aunque incluso los huesos que llevan enterrados solo durante varios miles de años también reciben el nombre de fósiles.»
«Ya veo… estás diciendo que las bestias demoníacas existen de hace varios miles de años.»
¿Hm? Está sorprendentemente compuesta. Liscia casi se cayó en estado de shock cuando lo escuchó.
«Pensé que estarías más sorprendida…»
«Si lo piensas, había ya monstruos dentro de mazmorras incluso antes de que apareciera el “Territorio del rey demonio». Me pregunto si donde encontrasteis eso fue el sitio de una antigua mazmorra.»
«No hay registros de ello en los Registros Reales. Tampoco leyendas. Pero bueno, eso ocurrió hace varios miles de años, por lo que no puedo negar la posibilidad de que vinieran desde mucho más atrás que cualquier historia.»
«Humm… supongo que también deberíamos investigar este asunto en nuestro propio país» asintió Jeanne pensativamente. Bueno, eso sería más de lo que pediría.
«Por favor, hacedlo. El Reino también investigará varios lugares.»
«Sí, pero por favor decidnos si encontráis algo. Por descontado, también te avisaremos si por nuestra parte encontráramos algo.»
«Entendido.»
El territorio imperial era mucho más grande que el Reino. Uno podría esperar más investigaciones allí. Pero, por supuesto, el Reino también tiene que avanzar con nuestros propios descubrimientos. Por lo que se decidió que comenzaría el «Intercambio de información sobre excavaciones nacionales» entre el Reino y el Imperio.
Jeanne tomó aliento y observó: «bueno, parece que nos hemos desviado un poco de la discusión sobre si las bestias demoníacas se pueden comer o no» mientras acababa su taza de té.
También acabé mi taza de café y le pedí a Serina que me volviera a llenar. Cada uno de nosotros recibimos otra de café y té y continuó la charla.
«Ahora que lo mencionas, estábamos hablando de eso, ¿verdad?»
«Lo que comí fue un carne de gran serpiente alada»
«¿Serpiente alada? ¿Como un dragón?»
Recuerdo que había una deidad llamada Serpiente Emplumada (Quetzalcoatl) en América Central o del Sur, pero no nos encontrábamos en la Tierra, y como estábamos hablando de bestias demoníacas, lo que se me vino a la mente fue un monstruo draconiano. Eso era lo que estaba pensando, pero Jeanne negó con la cabeza.
«No, no es algo tan glamoroso. Era literalmente solo una serpiente con cuatro alas de pájaro saliendo de su cuerpo.»
¿Qué diantres es eso? Eso es definitivamente una quimera, ¿verdad?
«Bueno, eres alguien; ser capaz de comer algo así…»
«Sabe igual que una serpiente común. Más cerca del pez que el pollo. Está bastante deliciosa.»
Bueno, supongo que se comen serpientes usualmente en algunos países. En mi opinión, la carne de serpiente muestra la imagen del pez falso en «Rashomon», de Akutagawa Ryuunosuke… ¿ha dicho deliciosa?
«Dime… Jeanne, ¿no eres una princesa?»
«También soy una general. La gente local hacen buenas provisiones para el ejército.»
«Tiene sentido.»
«Lo que me hizo pensar en comer bestias demoníacas fue cuando uno de los grupos de exploración enviados al Territorio del rey demonio vieron restos de bestias demoníacas haber sido cocinados por la raza demoníaca.»
«¿Cocinados? No solo comidos en frío?»
«Sí. A juzgar por los huesos que parecían cortados con herramientas afiladas y las cabezas que tenían lugares carbonizados, probablemente fueron tostados enteros antes de ser cortados y comidos. Así pues, cuando atrapamos el mismo tipo de bestia demoníaca, solo teníamos que averiguar si podíamos comerlos también.»
Jeanne mordió los dulces horneados que se servían junto al té.
«Por supuesto, verificamos si eran venenosos o no. Antes de dar la carne a los humanos para comernosla, hicimos que comieran los animales. Después de asegurarnos de que estábamos a salvo de esa manera, nos turnamos para comerlos comenzando por los suboficiales.»
«Los probadores de venenos sí que lo tienen difícil…»
«Entonces, cuando tratamos de comerla, era ligera pero refrescante, era anormalmente deliciosa.»
«Um, en lugar del gusto, ¿no hay algo más importante en qué pensar?»
El hecho de que las razas demoníacas comían bestias demoníacas era más profundo que el hecho de que las bestias demoníacas eran comestibles. Significa que las razas demoníacas no veían a las bestias demoníacas como iguales. Me encanta la carne de res y de cerdo, pero no importaba cuán parecidas eran sus caras, nunca consideraría comer orcos o minotauros. Preferiría comer serpientes antes que eso. ¿Tendrían los demonios el mismo tipo de mentalidad? Mientras pensaba en esas cosas, llegué a una hipótesis.
«Dime, Jeanne»
«¿Sí?»
«Me pregunto si la relación que hay entre la raza demoníaca y las bestias (demoníacas) es igual a la nuestra entre ‘personas’ y ‘animales’.»
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