De forma genérica podemos clasificar la obesidad en dos grandes grupos, la obesidad androide o central, y la obesidad ginoide o periférica.
La central o androide es la más grave, y puede derivar en patologías extremas, e incluso en la muerte. La obesidad central se reconoce fácilmente, ya que se acumula grasa en todo el tronco, y predispone al enfermo a trastornos y enfermedades metabólicas (dislipemias o alteraciones de los niveles de grasa en sangre, diabetes tipo II y otras patologías graves), entre otros problemas de salud serios.
En la obesidad periférica se observa una acumulación de la grasa alrededor de la cintura, y a lo largo de las extremidades inferiores. Produce sobrecargas y problemas en las articulaciones inferiores, problemas vasculares y linfáticos, nódulos de grasa y celulitis, y otras patologías que requieren una atención y tratamiento inmediato, ya que pueden empeorar y llegar a ser muy peligrosas para nuestra salud.
Esta clasificación es demasiado genérica e incompleta para abarcar la complicada etimología y clasificación de esta enfermedad, por lo que a continuación detallamos más a fondo cada tipo de obesidad, sus síntomas, patologías y tratamientos específicos:
Por otro lado, la obesidad mórbida es una de las enfermedades más expandidas y significativas de nuestra sociedad, especialmente por la inmensidad de problemas y patologías que tiene relacionadas. En su tratamiento suele ser imprescindible la cirugía, ya que las dietas y tratamientos convencionales no suelen ser suficientes en la mayoría de las personas mórbidas. (Más información sobre cirugía contra la obesidad)
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Fuente: obesidadycelulitis.com
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