Es probable que hasta el momento usted haya probado de todo en la búsqueda por deshacerse de las celulitis de su cuerpo. Sin embargo es muy probable que no haya escuchado de la Carboxiterapia. Se trata de una terapia para eliminar las incómodas celulitis por medio del dióxido de carbono. Antes de darnos por vencido veamos de qué se trata esta terapia.
El dióxido de carbono
El dióxido de carbono es un gas no muy ajeno a nuestra vida cotidiana. Es más, nosotros solemos producirla constantemente a través de la respiración. También es parte de los gases de combustión, pero también se puede producir a nivel industrial para usos como la carboxiterapia y otros procesos.
Cómo trabaja la carboxiterapia
La celulitis como sabemos es la acumulación de grasa de forma no uniforme, es decir formando pequeños colchones. Por tal motivo también se dice que quien presenta celulitis tiene la piel de naranja. La carboxiterapia se presenta como una solución práctica usando el dióxido de carbono.
La aplicación es sencilla y consiste en la aplicación localizada de CO2 de forma subcutánea mediante un equipo especializado para tales fines. El dióxido de carbono al tener contacto con los nódulos de grasa induce a la ruptura de la capa externa de dichas células, propiciando la liberación de ácidos grasos de la piel. Los resultados pueden verse desde la primera sesión ya que los efectos son inmediatos.
La recomendación para recibir la carboxiterapia es de acudir a un centro especializado y certificado. Pese a ser una intervención sencilla como solución definitiva a las celulitis, la persona lo aplique debe estar debidamente acreditada para tales procedimientos.
Foto: tratamientosbelleza.com.ar
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