Hoy os voy a hablar de la capital de la República Checa, Praga, una ciudad de ensueño. Sus edificios medievales, puentes, edificios históricos, castillos, sinagogas…una maravilla, de verdad. Además, es una ciudad bastante barata. La moneda oficial es la corona checa pero según parece quieren adoptar el euro a corto plazo. Puedes reservar una habitación en un hotel de tres estrellas por sólo 15 euros. Abundan los hoteles baratos aunque también podrás encontrar hoteles de auténtico lujo que ocupan edificios emblemáticos de la ciudad. Las zonas más recomendables para buscarte tu hotel son el distrito 1 y 2 situados en la zona céntrica. Una zona muy buena para alojarte es La Plaza de la Ciudad Vieja o del Puente Carlos y la Plaza de Wenceslao, cerca de la cual se encuentran algunos de los hoteles más lujosos de la ciudad, aunque también podrás encontrar hoteles baratos por la zona.
Para hacer un poco de turismo cultural por la ciudad recomiendo el Museo Nacional, que ya sólo por el edificio merece la pena, y el museo del Comunismo donde nos haremos una idea de la historia reciente de la República Checa, desde el nacimiento del régimen comunista hasta la Revolución del Terciopelo. Otros museos interesantes son el Museo Técnico Nacional, que nos muestra la artesanía checa, o el Museo de W. A. Mozart, donde vivió el compositor durante la representación de la ópera Don Giovanni.
En cuanto a la comida, la gastronomía checa está basada en la carne de cerdo, aunque también es muy utilizada la carne de pollo y de ternera. El pescado normalmente brilla por su ausencia, ya que es muy poco consumido. El plato más típico de Praga es el goulash, un rico estofado de ternera con verduras y especias. Y un consejo, cuidado en los restaurantes, ya que desgraciadamente es común que se intente engañar a los turistas. No olvidéis revisar la cuenta antes de pagar porque no será raro que os salga otra cifra al ajustarla. Y para los amantes de la cerveza, ésta es su ciudad. Una cerveza de medio litro nos costará unas 30 coronas (algo más de 1 euro) y está bastante buena. La marca más conocida es la Pilsner Urquell, pero lo más recomendable es probar las cervezas que suelen elaborar los propios bares. Comer en la calle también es barato. Los precios van de 10 a 50 coronas y podrás encontrar hamburguesas, salchichas o cualquier tipo de comida rápida.
La forma más cómoda y rápida de llegar a Praga es el avión. Abundan los vuelos baratos a la ciudad, ya que es un destino que está muy de moda para los europeos y porque es un país barato. Las compañías de bajo coste tienen ofertas de vuelos baratos desde distintas ciudades de España, principalmente desde Madrid y Barcelona. Pero si estás atento, podrás pillarte verdaderos chollos si te pillas un vuelo de última hora. Son plazas que no han sido cubiertas pocas horas antes de la salida del vuelo, normalmente 24 horas, y es la forma más barata de viajar a Praga o a otras muchas ciudades. Hay gente que espera a estas ofertas y es entonces cuando decide el destino de su viaje. Por eso, viajar no tiene por qué ser caro, sólo hay que saber aprovechar las oportunidades que se te ponen delante.
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