Capítulo 1 – Proyecto Lorelei B
De entre todas las cosas que adquirimos después de la rendición de la capital de Amidonia, Van, la que me hizo más extremadamente feliz fue el Orbe de Emisión Real. Este era el único orbe que Amidonia poseía y con este se podían emitir imágenes a cualquier rincón del país. Aunque me dijeron que el orbe era una artefacto sobrante de una civilización antigua y que aun era imposible que se produjera con la tecnología actual, el número de orbes descubiertos era tan numeroso que excluyendo a los países pequeños constituyentes de las Naciones Aliadas del Este y la región de autogobierno de dragones sapientes, la Cordillera del Dragón Estrella, cada nación —aunque el número de orbes difería— poseía al menos uno.
Sin embargo, las transmisiones no podían ser recibidas de otros países. Bueno, si eso fuera posible, la información que era catalogada de uso doméstico sería conocida por otras naciones, así que por supuesto, podía ser utilizada para incitar a ciudadanos como lo hice en el Castillo del Dragón Carmesí. Ya que el receptor y la longitud de onda del orbe de emisión debían configurarse antes de ser utilizados, tal vez el procedimiento era parecido al de una radio AM-FM o algo relacionado con una frecuencia.
Es por eso que cuando obtuve el único Orbe de Emisión Real de Amidonia, podía decirse que contaba con el monopolio de los derechos de emisión de todos los receptores del Principado de Amidonia. Añadiendo el Orbe de Emisión del Reino de Elfrieden que había traído, el Programa de entretenimiento podía ser retransmitido a la vez en los dos países. ¿Traería esta retransmisión algún cambio al Principado de Amidonia? ¿O no cambiaría nada…? Me encontraba realmente emocionado por ello.
◇ ◇ ◇
Van no tenía algo parecido a la Fuente de la Plaza que se había instalado con un receptor para las emisiones del Orbe Real. En cambio, el receptor se había instalado en una plaza —era solo de nombre ya que solo era un campo vacío— en uno de los lados a las afueras de Van. En primer lugar, la Emisión Real en este país solo se usaba en Año Nuevo para transmitir lo que eran las palabras del Duque: «nunca olvidéis el rencor contra Elfrieden. Es política nacional el intentar recuperar el territorio perdido». Ya que los ciudadanos debían reunirse cada año en año nuevo para ver la emisión o sino serían castigados por lese majeste, incluído si los ciudadanos estaban enfermos o gente mayor en sus últimos días; los amarrarían y los llevarían costase lo que costase, dado que no podían perderse la transmisión.
Y hoy, ese joven rey de Elfrieden que hizo que Van se rindiera iba a emitir una emisión real. Debido a que la mayoría de los ciudadanos recibieron un adoctrinamiento extenso durante muchas décadas, no tenían buenas impresiones sobre Elfrieden. Sin embargo, actualmente había una gran cantidad de ciudadanos reunidos en el campo para ver la transmisión. Tal vez era debido a los hábitos creados durante muchos años los cuales indicaban que o veían la emisión real, o serían castigados. No obstante, los soldados que custodiaban el lugar rechazaron a la gente que tenía malas intenciones.
Cuando el sol se escondió por completo en el cielo crepuscular, a la mitad de los ciudadanos de Van se les cambió la cara a una confusa mientras que la otra mitad estaba enfadada. Debido a que los nobles y caballeros habían dejado completamente Van, lo que quedaba en ella eran solo ciudadanos plebeyos que no tenían adónde ir. Naturalmente, no habían recibido ninguna información decente. Aquí y allá, se escuchaban susurros de los ciudadanos preocupados por sus futuros.
«Maldito el rey ese de Elfrieden… ¿Qué es lo que quiere al hacernos reunir a todos?»
«Le eché un vistazo cuando entró al castillo, se ve como un hombre afeminado.»
«No lo juzgues por su apariencia. Él es alguien que ha derrotado sin piedad a Su Majestad Gaius.»
«Usará la Emisión Real, ¿verdad? ¿Qué pretende hacernos escuchar?.»
Debido a la falta de información, la discusión continuó por direcciones erráticas.
«No intentará… reclutar a todos los hombres como soldados y enviarlos a las líneas del frente para conquistar toda Amidonia después de esto, ¿verdad?»
«¡De ninguna manera! Soy el que lleva el pan a casa, si me reclutan, ¿qué pasará con ellos?»
«Somos la gente que se encuentra en el zona ocupada, no sería extraño si lo hicieran…»
«De hecho, este sería uno de los mejores casos. ¿Qué pasaría si nos ordenan entregar las mujeres y los niños para esclavizarlos…?»
«Bueno, si ese es el deseo de los fuertes, lo harán usando la fuerza en lugar de preguntarnos. Quizás nos pidan que entreguemos a todas las mujeres hermosas dentro de esta ciudad.»
«¿En serio? Quizás debería esconder mi mujer.»
«¿Quién querría tu mujer después de verla?»
«¡Pero que dic-….! ¡Mirad! Parece que ya ha empezado.
En medio de conversaciones absurdas, el receptor puesto en medio del campo empezó a proyectar una imagen. La gente pensaba que el joven rey aparecería en uniforme militar, pero contrariamente a sus expectaciones, se mostraba una hermosa de cabello oscuro medio elfa sentándose detrás de una mesa. La mujer tenía las manos entrecruzadas en la larga mesa que tenía delante y por alguna razón, no se había sentado en el medio sino que se encontraba un poco hacia la diagonal izquierda. Por supuesto, solamente la cara de la mujer miraba al frente.
La mujer se sentó con una cara que recordaba a la de la Mona Lisa, que hacía su belleza fuera más radiante y que particularmente cautivó a los hombres amidonianos. Los hombres sintieron que era como si estuvieran sentados en el mostrador de un bar conversando con una mujer sentada a sus lados. En ese momento, la mujer empezó a hablar.
«Buenos días. Me llamo Cris Tachyon.»
◇ ◇ ◇
«Este programa es Noticias Elfrieden, un programa que brinda información a los ciudadanos sobre las noticias del Reino Elfrieden y los países vecinos. La primera noticia es…»
En una sala de asuntos gubernamentales en el castillo de Van, que había sido transformada apresuradamente en un simple estudio de noticias —aunque solo habíamos colocado una mesa larga y una silla, ya que ya había muebles sobrantes en la habitación— Cris-san empezó a leer el manuscrito de las noticias. Aisha y yo la observábamos desde la esquina de la habitación la cual no llegaba el orbe. Después de mirarla por un tiempo, Aisha me tiró de la manga.
«¿Qué pasa?»
«Um… ¿Por qué tenemos que proyectarla diagonalmente desde el frente?»
«Ehm… ¿Por el estilo de belleza?
Aisha me lo preguntó en voz baja, pero solo le podía dar esa respuesta. La razón era porque me había acordado de cómo la presentadora de noticias femenina en Japón con el discurso otomenashi [ps2id id=’1a’ target=»/][1] se sentaba en esa posición y a decir verdad yo solamente la estaba imitando. Pero cuando hicimos el ensayo antes, Chris-san suplicó en lágrimas que la posición de su cuello le apretaba así que esta forma diagonal de proyección podría ser la primera y la última.
El contenido de las noticias era acerca de los detalles de la guerra. Explicó de forma sencilla cómo, a fin de subyugar Gaius VIII y a Julio quienes habían incitado disturbios en en el Reino para invadirlo, el Rey de Elfrieden, Souma, había realizado una contra invasión al Principado, había derrotado a Gaius VIII e hizo que la capital se rindiera. Aisha en ese momento ladeó la cabeza.
«¿No es mejor que su majestad haga directamente un discurso acerca esta información? Así la fama de su majestad podría aumentar como sucedió en la recogida de alimentos.»
«Esta situación es diferente a la de la otra vez. Esta emisión también está transmitida a toda Amidonia. Da igual lo que diga el rey del país enemigo diga, los ciudadanos del reino no querrían oirlo. Pero comunicando la información a través de terceros, hará que el truco funcione.»
«A decir verdad, cuando discutimos el contenido del manuscrito de noticias con Hakuya y los demás, estos dieron ideas exageradas como «nuestra querídisima majestad por nuestro bienestar…», pero ya que me daba la sensación que esto era lo que hacía un cierto dictador[ps2id id=’2a’ target=»/] [2], me negué a admitirlo. Bueno, incluso si ella dijera tales líneas, Cris-san todavía leería sin problemas el manuscrito escrito por Juna-san con una agradable voz.»
«…así que esta es la información recibida. Aunque actualmente el ejército del reino permanece en la capital del Principado de Amidonia, Van, por el momento, las hostilidades han cesado entre ambos lados. El rey de Elfrieden, Souma Kazuya, ha declarado las siguientes afirmaciones: «la batalla que ha sucediendo es una para subyugar a Gaius y Julio quienes han invadido nuestro reino, así que no nos extenderemos más la guerra, ya que no es nuestro propósito dañar los ciudadanos del Principado. Respecto a los ciudadanos de Van, les daremos apoyo para que puedan volver a la cotidianidad. Además, ya que Van está anexada al territorio de Elfrieden, prometemos que recibirá la misma ayuda alimentaria disponible en las ciudades del Reino y también nos encargaremos del mantenimiento de los servicios esenciales». El que está a cargo de esta tarea, el Ministro de Agricultura y Bosques, Poncho Ishidzuka, hará que se distribuyan raciones de comida mañana. Se nos ha informado que se incentiva al espectador a invitar a los miembros de su familia y vecinos a ir a la distribución.»
◇ ◇ ◇
«¡No me fastidies!»
El nuevo príncipe de Amidonia, Julius —era solo un título dado por sí mismo, ya que al igual que Souma, todavía no había tenido su ceremonia de entronización— quien estaba viendo la transmisión desde una ciudad cercana a Van, gritó y aplastó la unidad receptora con su espada, antes de dar una orden de inmediato a sus subordinados.
«¡Enviad rápidamente mensajeros a cada ciudad para que dejen de ver esta broma de transmisión!»
«¡Sí, su alteza!»
Sus subordinados se dispersaron rápidamente para cumplir las órdenes. Mientras se iban, Julio miró en dirección a Van. Diciéndonos que no tiene la intención de dañar a los ciudadanos del Principado después de robarnos nuestra capital, ¡qué palabras tan insolentes! ¡Estúpidos invasores, pronto Van será recuperada!
Si Souma hubiera oídos esas palabras, seguramente le hubiera dicho algo tipo «¡eres la última persona a la que quiero oír decir eso!» Y mientras decía esas palabras con indignación, Julio gritaba de manera agitada. Sin embargo, aunque ordenó que avisaran a todas las ciudades, ya que había sido derrotado en la batalla, Julio había perdido el poder unificador y no contaba con el poder para realizar la tarea. Así que en realidad, la orden solo se ejecutó en la ciudad donde se había alojado Julio y en las ciudades de los alrededores. En otras palabras, prácticamente la totalidad de Amidonia continuaron viendo la emisión de Souma.
Las reacciones de los amidonianos después de ver la emisión mayoritariamente se dividieron en dos. En primer lugar, los ciudadanos de Van se aliviaron dado que no iban a ser reclutados y enviados a las fronteras ni tampoco iban a requerir que diesen sus propiedades, mujeres e hijas. Ya del simple hecho de estar ocupada, era realmente una presión. Por otro lado, las personas que vivían en ciudades y pueblos a las afueras de Van se interesaron no en la muerte de Gaius, ni en que Souma hubiera empezado la guerra por una causa justa, sino que en calidad de un terriorio de Elfrieden, serían proporcionados de comida disponible en las ciudades del Reino.
A decir verdad, la gente de Amidonia mostraba mucha reticencia sobre las palabras dichas en la emisión así que la mayoría no se lo creyó. Después de todo, eran las palabras del Rey de un país enemigo. Todos pensaban que eso se había dicho para que se pusieran de su parte… No obstante, era verdad que las palabras de Souma penetraron profundamente en el corazón del pueblo Amidoniano quienes habían sufrido escasez de alimentos peor incluso que en Elfrieden. Por parte de aquellos que lo sufrían diariamente, esas palabras se adentraron en sus corazones todavía más.
◇ ◇ ◇
«…así que respecto la situación actual, en lo que incluye al tratamiento médico de nuestro país…»
Habían pasado diez minutos desde que el Programa de noticias de Chris había empezado. Las noticias que presentaba eran ya las últimas. Después de que este noticiario acabase, el Espectáculo de Música Popular empezará. Aisha, que se encontraba a mi lado, agarraba mi brazo con una expresión nerviosa. La mano que me aferraba tembló un poco.
«¿Q-qué debería hacer, su majestad? Mi temblor no desaparece.»
«Cálmate. Esta es la segunda vez que apareces en una transmisión, ¿no?»
«Pero la última vez me limité a comer así que no había problema…»
Sí. El actual espectáculo de música popular tenía como presentador a Aisha y a mí. No tenía ninguna intención al poner a Aisha como presentadora, pero las otras personas no podían hacer la tarea; Poncho se encontraba ocupado con las preparaciones de la distribución de comida y Hakuya, se negó firmemente argumentado que no era adecuado para eso. Es por eso que me encontraba atascado con Aisha a la que le castañeaban los dientes.
«Ja… En el campo de batalla eres tan elegante, pero ¿por qué eres tan decepcionante en este campo?»
Me rasqué la cabeza mientras me sentía atónito, con lo que Aisha bajó los hombros y gimió.
«Uu… Tengo confianza en que no seré vencida en el campo de batalla pero en el campo de la belleza… no es que me sienta muy confiada. Hay muchísima gente mucho más guapa que yo, ¿verdad? Como podrían ser la princesa-sama o Juna-dono, ellas son damas delicadas y de piel blanca. Mientras que yo tengo piel oscura y estoy musculada…»
Aunque dijera musculada, no llegaba al extremo de parecerse a un fisicoculturista. Más bien, tenía una figura bien proporcionada hasta el extremo que era misterioso cómo podía blandir una espada tan larga sin estar abultada de músculos. Además, su altura era como la de una modelo y, como siempre estaba cubierta por una armadura, era difícil verla, pero tenía una figura mucho mejor que la de la media. Así que por el contrario, ¿no debería haber sido Liscia quién la envidiara?
«Mm… Aisha es bella tal como es»
«¿E-es eso así?»
Aisha se sonrojó al ser elogiada. Sin embargo, ella rápidamente se calmó.
«P-pero, su majestad, en realidad… en realidad la presentadora debería ser Juna-san o la princesa-sama.»
«Juna-san cantará, por lo que estará demasiado ocupada para convertirse en presentadora, mientras que Liscia será la asistente… Creo que sería mejor dejarla estar por un tiempo…»
«? ¿Ha pasado algo?»
«Quizás sea porque estoy algo ansioso de ser el presentador. En resumidas cuentas, más que tu habilidad como asistente, lo que espero es tu capacidad como guardaespaldas. Si algo sucede, vendrás a mi lado a protegerme, ¿no?»
«Eso es ciertamente… ¿¡Qué!? ¿Habrá algo peligroso?»
Con un golpecito, puse mi mano sobre la preocupada frente de Aisha.
«Bueno, quizás todo esté bien. Cuando llegue ese momento… Por favor, protege a esta lastimera excusa de hombre.»
«Su majestad… ¡Por supuesto! ¡Me convertiré en el escudo de su alteza! Este cuerpo también será… *murmuyo* *murmuyo*»
Rápidamente puse mi mano sobre la boca de Aisha.
«Tu voz es muy fuerte. Estamos todavía en vivo…»
«*murmuyo*… L-lo siento»
Hum… Como se esperaba, es una elfa oscura decepcionante después de todo.
«… o así es la información recibida. Este es Noticias Elfrieden informando… El siguiente programa será el primero de entretenimiento de Elfrieden. A los que no tienen prisa, por favor, vedlo.»
Ups. El programa de Chris-san parece haber terminado. Bueno, ahora nos toca parte. El lugar de grabación del Espectáculo de Música Popular no estaba en esta sala, sino que se llevaría a cabo en una sala del atrio que se utilizaba para la danza en los banquetes. Habían ya preparadas mesas donde alguno de los soldados se sentaban igual que los premios Cable.[3][ps2id id=’3a’ target=»/] Ya que la presencia o absencia de audiencia influiría en el clímax. Extendí mi mano enfrente de Aisha.
«Vamos, Aisha.»
«Sí. ¡Lo acompañaré donde haga falta!»
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[ps2id id=’2b’ target=»/][2] Ejem, ejem… Véase Corea del Norte.
[ps2id id=’3b’ target=»/][3] Los Japan Cable Awards son como los premios Grammy, los cuales premian las mejores canciones del año.
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