El color del exterior de una vivienda determina a grandes rasgos la personalidad de sus ocupantes (al menos los que definieron el color). Y ese mismo color nos dirá también que tan poco o mucho está usted dispuesto a ahorrar en energía.
El calor y los colores
Dejando de lado la moda y los gustos personales, el tipo de color con el que usted pinte las paredes y el techo de su vivienda permitirán que estas absorban calor. Mientras más oscuros sea el color mayor será la capacidad de absorción de calor. Por el contrario, a colores más claros el calor que se almacene será menor.
Los dos extremos en la escala de colores son el blanco y el negro. El color blanco permite que parte de la radiación solar se refleje dejando pasar una sola porción de calor. Mientras que el color negro será como una “puerta abierta” para el calor.
Beneficio del ahorro
Al pintar exteriormente sus paredes y techo de blanco (sobre todo en climas con gran cantidad de brillo solar durante el verano) su equipo de aire acondicionado trabajará menos tiempo ya que permanecerá más tiempo apagado al calentarse más lentamente el ambiente debido a la radiación solar. Consecuentemente usted notara que el interior de sus paredes se sentirá menos caliente al contacto y con esto usted podrá utilizar más los espacios cercanos a las paredes, ubicando muebles, sillas o escritorios.
Por último, si ya decidió pintar de blanco sus paredes, considere usar un tono blanco brillante. Así disfrutará mejor del aire acondicionado sabiendo que no gastará más de lo necesario en electricidad.
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