Obesidad metabólica pre-diabética:
La obesidad metabólica pre-diabética se localiza en el vientre, y es un tipo de obesidad que se manifiesta con un aspecto orondo y blanco, y produce una sensación de calor excesivo y de hinchazón del vientre, aunque comamos poco. Si no existe una sobrealimentación excesiva, se debe a la herencia genética.
La acumulación de grasa se produce, no progresivamente, sino de forma brusca, y suele ser frecuente durante el tratamiento de ciertas enfermedades, con la ingestión de anticonceptivos hormonales, durante el embarazo, en otras situaciones especiales.
Obesidad metabólica aterógena:
En la obesidad metabólica aterógena, el vientre presenta un aspecto redondo y enrojecido, pero a diferencia de los anteriores, produce sensación de frío local. Se trata de un tipo de obesidad que provoca una afección de origen genético vascular, y que se agrava considerablemente con el consumo de alcoholes, tanto en bebidas como en comidas.
Se produce una acumulación progresiva de grasa, que irá acelerando en caso de que no pongamos soluciones eficaces. Los síntomas más comunes son la somnolencia y el excesivo aumento del calor corporal, tras la ingestión de alimentos.
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