La función principal de las residencias para la Tercera Edad debe ser la de sustituir lo más perfectamente al hogar del usuario, proporcionando a éste una excelente atención integral. De todas formas, estos centros de alojamiento, según su categoría y especialidad podrán ofrecer diversos y diferentes servicios. Independientemente de estos puntos citados, lo que sí deben tener unas condiciones mínimas reguladas, obligadas por decreto, entre las...