Vaya disgusto que acaban de darle a la empresa de juguetes Jay Foreman. Dicha empresa tiene que gastarse nada más y nada menos que 100.000 dólares en cambiar el peinado de uno de los muñecos de un famoso y jovencito cantante que no se lo ha pensado dos veces antes de ir a la peluquería a cambiar su look. Por lo visto, que esta empresa tenga que gastarse este dineral como consecuencia de esto le importa poco a Justin Bieber, el súper-ídolo de las adolescentes.

La verdad es que podía haber esperado un poco para cambiar su look o haberlo hecho antes de que se fabricaran los muñecos. De todos modos creo que el muñeco se vendería igualmente; sólo por el hecho de ser quien es, sus fans lo van a comprar aunque su flequillo esté más corto, más largo o no exista. En fin, no es más que una de esas «cosillas» que de vez en cuando hacen estos famosos. Esperemos que el mes que viene no le dé por operarse la nariz o tintarse el pelo…¡llevaría a la empresa a la bancarrota con sus caprichos!

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